¿Con quién me caso, con un socio industrial o con un socio financiero? (y II)

  • sep. 2014
  • Venta

En mi último cablog publicado antes del verano, os di algunas pinceladas sobre las características y peculiaridades a la hora de dar entrada a un posible inversor financiero o industrial en una compañía.

En mi opinión pese a que no es fácil trazar una línea con las características de cada tipología de inversor, lo que sí tengo claro es que es muy importante definir las distintas expectativas empresariales que pueda tener una compañía ya que esto es lo que nos hará decantarnos en un sentido u otro.

Lo primero, por tanto, es definir cuál es el objetivo por el que se requiere la entrada de un socio. Por ello, no es lo mismo que la empresa se esté planteando la venta total o parcial de la compañía, que esté buscando financiación para poner en marcha un negocio, que quiera inyectar liquidez en un momento específico, o que requiera de inversión para desarrollar un proyecto en concreto o de cualquier otra índole estratégica.

Por ejemplo, si la idea es la venta total de la compañía por la razón que fuere, y no hay un deseo por parte del vendedor de permanecer en el sector, creo que el factor precio siempre es más atractivo, por lo que aquí ganaría la batalla el mejor postor, que suele ser un industrial.

Ante una necesidad estratégica de la compañía, seguramente nos pueda interesar más casarnos con un socio industrial que con su madurez y su know how nos ayude a hacer crecer de manera exponencial nuestra empresa. Su entrada podría abrir puertas en redes de distribución o en distintos países, podría proporcionar mejores condiciones de negociación con proveedores, o proporcionar mejoras en acuerdos comerciales etc.

Pero también creo que existen unos cuantos matices que hacen que la entrada de un socio financiero en muchos casos puede ser una de las mejores opciones. En este sentido, si se trata de una empresa de reciente creación (start-up) donde el emprendedor quiere seguir manteniendo su independencia, recomiendo un socio financiero. Además dado su inversión de carácter temporal, siempre se puede acudir a un socio industrial en el medio o largo plazo cuando la compañía haya alcanzado una madurez y el industrial encuentre un mayor atractivo en su potencial.

Además, en estas jóvenes empresas, dar entrada a un socio industrial en una primera ronda de financiación, dificulta en exceso el encontrar a un nuevo inversor en una segunda ronda ya que el financiero se puede sentir incómodo al ver que un industrial (su posibilidad más segura de salida) ya está dentro y para un industrial le puede resultar poco atractivo meterse en una compañía con un competidor que ya tiene más información que el del sector.

Igualmente, si la compañía necesita un compañero de viaje  transitorio durante un periodo de su vida, por ejemplo para la apertura en algún mercado internacional, para desarrollar un producto o proyecto, o para el simple crecimiento de la empresa, siempre recomiendo un socio financiero que pueda apoyar durante ese periodo y que en el medio plazo permita a la compañía retomar el control de la misma.

El aspecto de la gestión, control e independencia puede ser un factor importante, por lo que un socio financiero invirtiendo en minoría siempre es mejor opción.

A veces, simplemente es más fácil dar con un socio industrial, ya que el sector financiero es más escaso en España. En cualquier caso, en estos últimos meses estamos viendo la llegada masiva de socios extranjeros tanto industriales como financieros.

Contar con un asesor financiero desde el inicio del proceso resultará claramente beneficioso para el vendedor y le ayudará en la difícil tarea de decidir con quién casarse. Desde Livingstone asesoramos a nuestros clientes buscando la mejor solución a sus necesidades, aportando tanto socios financieros como industriales.

 

 

 

Las ideas y conclusiones que figuran en este blog transmiten la interpretación que su autor/a hace sobre asuntos de actualidad y no reflejan necesariamente las opiniones de Livingstone Partners. Son de interés general y no serán interpretadas como consejos de inversión.


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